Sintra, ciudad de cuento.

No sabia qué título ponerle a esta entrada del blog, ni cómo denominar a esta ciudad portuguesa, pero creo que el mejor título que le he podido poner, es lo pensé cuando llegué allí,  pensar que estaba en un cuento.

Sintra es una ciudad portuguesa, muy cerca de Lisboa, a apenas unos kilómetros, es uno de los enclaves turísticos portugueses que más aglomeración de viajeros tiene en verano. Había escuchado recomendaciones de no visitar Sintra los fines de semana de verano, pero siempre pensé que exageraban, sólo cuando llegué allí supe lo ingenua que había sido, porque Sintra estaba llena de gente, literalmente llena ese día de Agosto.

Creo que eso es lo que menos me gustó de esta ciudad, la cantidad de personas que había en todos los sitios, era tal la aglomeración humana que prácticamente por algunas de sus calles había que ir en fila y no podías moverte con comodidad. Sintra, en otra época del año, debe ser mucho más bonita de lo que ya es.

Dejando a un lado ese punto, contaros que nos alojamos en un hotel muy pintoresco, se llama “Hotel Quinta das Murtas”, aquí os dejo su pagina web, porque merece la pena quedarse allí, es como alojarte en un palacete antiguo situado en medio de un bosque.

http://www.quintadasmurtas.com/hotel-sintra-portugal

Una vez  llegamos y recorrimos este pintoresco hotel, nos pusimos en marcha para llegar al centro de la ciudad, a su precioso casco antiguo, pero como os digo, es difícil andar por una ciudad llena de vehículos y de gente por todas partes.

Después de dar una vuelta como pudimos por el centro, fuimos a visitar “La Quinta da Regaleira», con su precioso Palacio, Patrimonio Mundial de la Unesco. Un impresionante lugar donde no te esperas encontrar ese increíble jardín, lleno de laberintos, túneles secretos y  grutas.

Uno de los palacios que no pudimos visitar, fué el Palacio da Pena porque cuando quisimos hacerlo ya estaba cerrado, aunque es una buena excusa para volver a visitar Sintra.

Otra de las cosas que me llamo mucho la atención en esta Ciudad,  fueron sus mototaxis, no sólo por la manera que conducían en aquellas callejuelas tan estrechas, sino porque cada uno tenia una forma y color, con lo que llenaban Sintra de un colorido especial. Por supuesto nos montamos en uno de ellos, cosa que también recomiendo, no sin antes agarrarte a la barandilla y decirle al conductor que modere velocidad, pero aun así recomiendo recorrer las calles en estos típicos vehículos .

Aquí os dejo mi forma de ver Sintra, espero que os guste¡¡