Viajar a una de las Ciudades más bonitas de Europa como es Praga, es un auténtico placer para la vista y los sentidos en cualquier época del año, pero viajar a Praga unos días antes de Navidad, es algo difícil de describir, tanto por la emoción que experimentas desde que sabes que te vas para allá y más en esta época, como por la cantidad de imágenes que inundan tu retina los días que estas allí.
Praga, como he dicho al principio, es una de las ciudades más bonitas de Europa, pero en Navidad lo es mucho más. No importa el frío que haga, ni la gente que la visite ( que os aseguro que yo la ví llena de turistas). Praga es un cuento, un cuento de Navidad en el que por unos días, me sentí la protagonista del mismo.
Llegamos a Praga el día 1 de Diciembre, volamos de noche, con la Compañía Smartwings , el vuelo despegaba a las 22,00 horas del Aeropuerto de Málaga, y aterrizamos en el Aeropuerto de Praga cerca de la 1 de la madrugada.
Pensamos que quizás por la hora de llegada, podría ser complicado buscar transporte que nos llevara al hotel, pero nada más lejos de la realidad, con el servicio de Uber (Uber, es una aplicación para compartir viajes rápidos y fiables en cuestión de minutos, de día o de noche. No hace falta aparcar ni esperar taxis o autobuses. Con Uber solo tienes que pulsar un botón para pedir un viaje y puedes pagarlo fácilmente con tarjeta de crédito o en efectivo en determinadas ciudades), aquí os dejo el enlace de Uber en Praga, pero podéis ponerlo en la Ciudad a la que queráis ir: Uber Praga
Como nos habían recomendado este servicio, decidimos probarlo y la verdad es que no habíamos salido de la terminal del Aeropuerto, cuando ya teníamos al conductor esperándonos.
Desde aquí un sobresaliente a este servicio de transporte, que es muchísimo mas barato que el servicio de taxi, y te ofrece todos los servicios a una calidad magnifica.
Nos alojamos en el hotel https://www.hotelembassyprague.cz/, hotel cercano al centro, que nos permitía estar a la vez, cerca de todo y lejos de las aglomeraciones que suelen darse en alojamientos mas cercanos al Centro de la ciudad. Os lo recomiendo porque está muy bien y tiene unos desayunos fantásticos 🙂
A la mañana siguiente, estábamos desayunando a las 7 de la mañana, teníamos tres días en esta Ciudad que había que aprovecharlos a tope.
Así que, bien temprano y con bastante frío ( no subimos de -5 grados en todo el viaje), iniciamos nuestra ruta. Nos habían recomendado coger uno de los Free Tours en español, para hacer una visita guiada, queríamos subir al Castillo de Praga y hacer ese recorrido el primer día. Así que nos dirigimos a la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, junto a la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, donde sabíamos que se encontraban estos Free Tours, y poder elegir el que queríamos hacer.
Y no nos equivocamos con nuestra elección, desde aquí, quiero dar las gracias a prgtourspraga.com y concretamente a nuestro guía Fernando, excelente profesional, que nos llevó por este recorrido, explicándonos con todo lujo de detalle todo aquello que íbamos viendo. Gracias Chic@s disfrutamos muchísimo con vosotr@s.
Cuando acabamos el tour, lo hicimos en la Plaza del Castillo de Praga, como era cerca de las tres de la tarde y había un mercado de Navidad precioso, decidimos quedarnos a comer allí, así que nos metimos en ese ambiente navideño del Mercado, y nos convertimos en unos Praguenses más, comiendo patatas con puerros y cebollas y salchichas picantes.
De allí no podíamos irnos sin probar ese dulce típico de Praga, “Trdelnik” , dulce originario de la cocina eslovaca que está elaborado con una masa de harina que se enrolla en unos palos (trdlo) y se asa a fuego de brasas y que nos lo rellenaron con chocolate caliente. Así que al olor de la canela de este dulce y al calor de los puestos donde los hacían, decidimos probarlo y de calentarnos con un Grog, es una bebida hecha de agua caliente azucarada, generalmente te, mezclada con ron y que los habitantes de Praga toman en invierno para calentarse.
Bajamos del Castillo de Praga ya de noche, no sin antes pasar por «El Callejón del Oro», pequeña calle del Castillo de Praga, donde se ubican casitas pequeñas de colores y donde en una de ellas vivió el escritor Kafka. Aunque si tengo que ser sincera, apenas se podía andar por esta pequeña calle, debido a la cantidad de gente que la visitaba ( hasta las 16,00 horas hay que pagar para poder pasar por ella, a partir de esa hora es gratis, con lo que de ahí la aglomeración humana que tiene pasada esa hora).
Bajar del Castillo de Praga por esas callejuelas hacia el centro de la Ciudad, fué verdaderamente mágico, todos los rincones de ese recorrido, estaban inundados del espíritu navideño. No había lugar en que no quisieras pararte para hacer una foto, o simplemente, y esto nos pasó muchas veces, quedarte mirando lo que en ese momento se ponía ante tus ojos.
Aún así, y deseando no haber tenido que mirar el reloj para bajar de allí, necesitábamos hacerlo, teníamos que llegar al Centro, a la ya nombrada Plaza de la Ciudad Vieja (Staromestske Namesti) porque allí, ese día se inauguraba el enorme árbol de Navidad y el mercado Navideño que lo rodeaba.
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Cuando llegamos, estaba a punto de comenzar la inauguración, todo estaba abarrotado de gente, pero era impresionante ver como empezaba a sonar la música clásica de navidad y se iba iluminando ese gigantesco abeto natural, que iba cambiando de luces y colores al compas de la música. No importaba el frío que estábamos pasando, ni la cantidad de empujones de la gente, ni el tiempo que pudieras estar allí de pie, era un espectáculo precioso, digno de un cuento de Navidad.
Llenos de ese espíritu navideño e intentado mandar a través de móvil a nuestras familias todo aquello tan bonito que estábamos viendo, decidimos que teníamos que encontrar un sitio para cenar, y como siempre dejamos que nuestros pies nos llevaran y se pararon en una típica cervecería Checa, llamada «Cervecería U supa», donde había un genial ambiente de música y comida checa que os recomiendo y lo más importante, rico y a muy buen precio.
El segundo día, decidimos volver a hacer otro Free Tour, la experiencia del día anterior había sido buena y por qué no probarlo de nuevo. Esta vez queríamos conocer la Ciudad vieja y el Barrio Judio de Praga, necesitábamos que alguien nos explicara detenidamente todo aquello que estábamos viendo, porque como había escuchado y puedo decir que es verdad, en Praga, es difícil no mirar continuamente hacia arriba.
El día anterior también habíamos contactado con otros chicos que hacen de guía en estos Tours, y decidimos que había que darle oportunidad a todos, así que esta vez lo contratamos con «Free Tours Pragueando» “guías en español, que se caracterizaban por llevar un paraguas en rojo y negro. Por cierto, también muy bien y totalmente recomendable.
Conocer la Ciudad Vieja, empaparte de la historia de Praga, pararte frente al «Reloj Astronómico de Praga» por supuesto diez minutos antes de que sea hora punta, ya que es cuando empieza a llegar la gente, es un espectáculo precioso.
Hay muchísimas leyendas del Reloj de Praga, que podéis encontrar en infinidad de paginas, a nosotros se nos hizo interesantísimo y fascinante, como nos lo contó la guía de Pragueando.
Igual que el día anterior, cuando acabó el recorrido ya eran cerca de las tres, así que esta vez pedimos a la guía que nos recomendara donde comer, y nos comentó el restaurante «Cervería Rudolfina», y la verdad que comimos bastante bien, y sobre con la estupenda Cerveza Pilsner.
Después de comer y antes de que empezara a anochecer ( En Praga a las 15,40 horas en invierno es de noche), hicimos lo que más nos gusta, dejarnos perder y que nuestros pies nos llevaran. Recorrimos el «Puente de Carlos», de nuevo saturado de gente, por lo que decidimos perdernos en el barrio de Mala Strana y el lago de los cisnes a orillas del río Moldava, donde el espectáculo de los cisnes junto al río y de fondo el Puente de Carlos, era digno de contemplar.
Continuamos caminando por Mala Strana y junto al Museo de Franz Kafka, encontramos una pequeña tienda artesanal de elaboración de galletas de jengibre, de todas las formas navideñas, denominada “ Pernikovy Panacek”. Así que allí entramos a comprar algunas de estas galletas y volver a tomar ese Grog que calentaba todo el cuerpo.
Habíamos leído en todas las guías de Praga que era recomendable visitar el Puente de Carlos a primera hora de la mañana o por la noche, para evitar que hubiera mucha gente, y como habíamos comprobado que así era, allí nos dirigimos antes de ir a cenar. Es muy difícil describir con palabras todo el espectáculo de sensaciones que te inundan cuando estas allí, rodeada de historia, de sonidos de músicos callejeros y de los reflejos de las luces en el río Moldava.
Teníamos que buscar un sitio para cenar, y ya por la mañana hablamos visto una pequeña pizzería situada muy cerca de la Iglesia de Tyn, que nos llamó la atención por ser pequeña y muy acogedora, aquí os dejo su pagina web, porque la verdad estaba muy bien de precio y calidad: » Pizzería La Scala»
Nuestro tercer día en Praga era todo nuestro para perdernos, y para disfrutar de aquellos sitios donde habíamos pasado con los tours, pero que no habíamos podido pararnos con tranquilidad, entre ellos estaba el «Cementerio Judio de Praga»
A las 9 de la mañana, la hora que abrían, estábamos allí, tuvimos la suerte de ser de los primeros en entrar y sobre todo para aprovechar la luz de esa hora.
A mi personalmente me sobrecogió este cementerio, su historia es impresionante, las galerías de fotografías de los niños del campo de concentración de Terezin, es estremecedora.
Una de las cosas que mas me impresionó, fue el silencio, nadie de los que estábamos allí hablaba, no hacia falta hacerlo, simplemente te inundaba ese sentimiento de tristeza y pena, de pensar como se pudo hacer aquello.Visitar este Cementerio y las Sinagogas del barrio Judio de Praga es uno de los sitios que no debes perderte en Praga.
Para comer decidimos hacerlo en Mala Strana, concretamente en «Tristoleti», también cien por cien recomendable.
Decidimos, una vez acabamos de comer, caminar hacia la zona derecha del río Moldava, queríamos encontrar La Casa Danzate de Praga, moderno edificio con curvas del arquitecto Frank Gehry, que quiso hacer este diseño para que se convirtiera en símbolo de Praga.
Antes de acabar nuestro viaje, queríamos ir a la «Cervecería mas antigua de Praga»y donde habíamos leído que se tomaba la mejor cerveza negra elaborada por ellos mismos. Cuando llegamos estaba lleno de gente, y nada mas sentarte y sin preguntarte, te ponen una riquísima jarra de cerveza negra.
Tocaba la hora de regresar al hotel, no sin antes acordarme que paseando por el Puente de Carlos, estaba la «Estatua de San Juan de Nepomuceno» Una estatua de bronce no demasiado grande, coronada por un halo con cinco estrellas. Pero lo más reconocible es su base dorada, se cree que si acaricias la figura del perro o la del vicario que hay en ella grabados, podrás guardar para siempre tus secretos, cumplir un deseo y regresar a Praga; así que como yo hice todo ello, mi deseo fue pedir Volver a Praga……
Espero que os hayan gustado mis fotografías de Praga, aquí os dejo unas cuantas mas.
Impresionante reportaje África! Enhorabuena
Muchas gracias Susana ??